División de la obra
La obra analizada consta de tres
partes bien diferenciadas. En primer lugar tenemos la historia de Grecia, que
abarca los primeros ocho capítulos y hasta la página 165; en segundo lugar
historia de Roma, del capítulo nueve al diecisiete llegando a la página 336.
Por último tendríamos el apartado “Apéndice: la Península Ibérica en la Antigüedad”.
Por último tendríamos el apartado “Apéndice: la Península Ibérica en la Antigüedad”.
En la primera de las partes, la
referente a Grecia, el autor hace una breve introducción al panorama geográfico
heleno, antes de hacer un avance rápido sobre la etapa protohistórica, con
apartados como “Micenas”, “El mundo homérico” o “La ciudad-estado”. A partir de
ahí recorre la situación política, económica y social de los griegos en sus
diferentes etapas, concluyendo con “Los Reinos Helenísticos” y la disolución de éstos, mayormente provocado por la influencia de Roma.
De este modo pasa a la historia
de Roma con “Res Publica Populi Romani”, donde se nos explica el contexto
geográfico, político y social de la Roma primigenia, además de hacer un seguimiento
de su política expansionista. En los siguientes capítulos recorre la época de
la República, el paso al Imperio, las distintas dinastías imperiales, la caída del
Imperio Romano de Occidente concluyendo con el nacimiento del Islam y la
división del Mediterráneo en tres grandes focos: Imperio Islámico, Europa Germánica y Bizancio.
El último capítulo, el dieciocho,
está dedicado a la Península Ibérica, dividido en tres fases: la protohistórica
donde los protagonistas serán los íberos y celtas, en segundo lugar la fase
colonizadora: fenicios, griegos y cartagineses hasta la llegada de los romanos
y la evolución interna de los grupos indígenas afectados por estos pueblos
foráneos. Finalmente, la etapa de conquista romana y la consolidación de las
provincias hispánicas hasta la propia desintegración del Imperio Romano.
Puntos fuertes
El libro de Pedro Barceló puede
considerarse un manual. En sus 360 páginas es evidente que no puede
profundizar, ni matizar muchos aspectos políticos, económicos y sociales de
estas dos grandes civilizaciones: Grecia y Roma. Tampoco es ese su objetivo. Como
manual este libro está enfocado principalmente para estudiantes de historia,
aunque también sería recomendable para cualquier lector interesado en el tema.
El autor emplea un lenguaje
accesible y ligero. Eso no quiere decir que no use terminología griega y
latina, con la cual ejemplifica algunos términos sacados del entorno. Es en
los temas dedicados a la actividad política, donde la lectura se vuelve más
rápida y agradable, mientras que en los temas de sociedad y economía – los cuales
son menos numerosos – sube un poco el nivel, ralentizando la lectura.
Pero precisamente estos
capítulos son los más útiles para un estudiante de carrera de Historia, o
cualquiera que esté cursando alguna asignatura como “Historia antigua de Grecia
y Roma” o “Historia de la Antigüedad y la Edad Media”, para la parte de
Antigua. Ya que en estos apartados, además de ser los más valorados por los
profesores, usa como ejemplos referencias a políticas o sucesos concretos, los
cuales serán a todas luces lo más importante que se impartirá en esas hipotéticas asignaturas.
Además durante el discurso, usa citas a autores clásicos: Estrabón, Polibio, Amiano Marcelino, etc., al
tiempo que no pierde de vista la actualidad arqueológica e investigadora de
otros historiadores. Esto permite que un postgraduado, como yo, pueda leerlo para
refrescar contenidos dados en clase, conocer periodos no vistos en la carrera y
comprender el Mundo Clásico en su entera dimensión cronológica. Para concluir, la
bibliografía final, dividida a la par que los temas, permite encontrar rápidamente una
pequeña lista de libros, para ampliar conocimiento, o contenido del tema que uno quiera investigar.
Puntos débiles
Los siguientes defectos que he
podido apreciar, son simples puntualizaciones o impresiones subjetivas que he
tenido mientras lo leía, lo cual no desmerece para nada el resultado final del
libro.
En primer lugar considero
extraño que algunas fases históricas sean ignoradas o muy escuetamente
tratadas. Por ejemplo apenas hay referencias acerca de la Monarquía Romana, o
del último siglo del Imperio Romano. En mi opinión, el apéndice sobre la Península Ibérica debería haberse excluido con el fin de aumentar dicho contenido.
Excesivo protagonismo del Cristianismo
en el periodo del Imperio Romano. Desde la época de los Antoninos y la
referencia al problema que los cristianos provocaron a Plinio durante el reinado de
Trajano hasta el final de la obra, el Cristianismo adquiere un papel importante
en el discurso, aun cuando no tuviera esa influencia social tan determinante, como sí tendrá en el reinado de Teodosio y durante la disolución del Imperio Romano.
El problema no está en que
mencione el Cristianismo en las ocasiones que sea necesario para ejemplificar o
explicar algo. Pero me parece que el autor se repite mucho, y en gran parte se olvida del gobierno de
los últimos emperadores de renombre cómo Constantino o Teodosio, para centrarse en
la política religiosa y el papel de la Iglesia durante sus reinados.
Conclusiones
Se trata como hemos dicho de un
manual muy bueno para iniciarse en el mundo antiguo, o para refrescar lo
aprendido durante la carrera, pero no pretende ir más allá. Es un libro con
muchas limitaciones temáticas e incluso diría que abusa de concepciones
superadas en las investigaciones actuales, como pueden ser la configuración del "clientelismo romano" en las Provincias o el proceso de la "romanización". Para cuyos
temas quizás sea mejor acceder a bibliografía más especializada.