28 octubre, 2015

Constantino I, Puente Milvio y el Cristianismo primitivo


Puede que a algún lector los dos primeros aspectos con los que se abre el post, les suenen a chino, pero gran parte de lo que hoy conocemos como “Iglesia Católica” y el poder que tuvo durante la Edad Media, parten de una batalla que se dio un día como hoy (28 de octubre) en el año 312 d.C.
En su momento no debió de ser más que una batalla más, la caída de un emperador y la sustitución por otro, elementos que se estaban dando desde la caída de un tal emperador Cómodo, que a todos nos sonará por la película “Gladiator”; una acumulación de poder, que con el paso del tiempo se podría fragmentar. La verdad es que lo que hoy se llama “Batalla del Puente Milvio”, dada en las afueras de la ciudad de Roma, cerca del río Tíber, tiene bastante importancia para la historia de la Iglesia, por la repercusión posterior a la batalla.

Fresco Sala di Constantino, Palazzi Pontifici, Vaticano
La batalla del puente Milvio 1520-24. Fresco Sala di Constantino, Palazzi Pontifici, Vaticano

La religión en el mundo tardorromano

En el mundo romano del Bajo Imperio (en el s.III – V), la mayoría de los ciudadanos romanos no se interesaban por la política, los emperadores eran autócratas, y el antiguo Senado romano se convirtió en una reliquia de lo que fue. Pero en cambio, los ciudadanos dedican una mayor parte de su energía y su pensamiento a la religión.
Las personas ven “graciosos” a los dioses humanizados de la mitología romana como Júpiter, Minerva… Menos Marte, ya que este era el Dios de la guerra, siempre presente. Las personas empiezan a buscar otra salida, extendiéndose poco a poco que un individuo puede apreciar mejor su valía personal o autoestima a través de la religión en este mundo y sin necesidad de esperar a una vida mejor. Doctrinas filosóficas como el estoicismo, epicureísmo o cultos mistéricos como los ofrecidos a Mitra, Isis… eran más atractivos para la sociedad romana.

El cristianismo primitivo

La reacción del estado romano frente a la nueva doctrina religiosa, fue considerarla al principio como una disidencia dentro del judaísmo, y es importante esto, porque los judíos durante bastante tiempo tuvieron un trato preferencial dentro del Imperio. El peligro del cristianismo comenzó cuando el estado romano se dio cuenta que el cristianismo no era una secta del judaísmo sino otra cosa, y más peligrosa que el judaísmo, ya que no solo no se prestaban a rendir este culto al emperador, sino que eran pacifistas, y este pacifismo, les hacía no querer alistarse en el ejército. Esto equivalía a convertir a los cristianos como traidores al estado y a una persecución de más de dos siglos.

La batalla de Puente Milvio

El emperador Diocleciano (284-305), viendo la dimensión y carencias del Imperio Romano, creó un sistema de gobierno llamado “Tetrarquía”, donde cuatro personas (Dos “Augustos” y dos “Césares”) dirigirían el Imperio. Este sistema tiene su lógica, si no fuera porque la ambición humana siempre hace querer más, y tanto las personas destinadas a mantener el sistema, como los administradores locales, todos quisieron aspirar a gobernar en todo el Imperio.

Ese sistema de conflicto llegó a su culmen con el enfrentamiento entre los dos herederos de estos emperadores “Augustos”: Constantino, hijo de Constancio Cloro, y Majencio, heredero de Maximiano. La pugna por el poder absoluto en Roma llevará a una batalla entre Constantino y Majencio cerca de Roma, descrita por autores clásicos como Lactancio, Zósimo o Eusebio de Cesarea. Finalmente Constantino venció a Majencio, muriendo este ahogado en el rio y siendo utilizado por Constantino en el desfile triunfal en Roma para mostrarse como el “único emperador occidental” (recordar que todavía no estaba el Imperio dividido, cosa que se dará con Teodosio en 395).

La importancia del cristianismo en esta batalla, es debido a que según el relato de Eusebio de Cesarea en su “Historia eclesiástica”, Constantino marchando con sus tropas vio una señal de la cruz y una voz que le decía “Con este signo vencerás”. La noche previa a la batalla, Constantino tuvo una visión donde Cristo se le apareció al emperador, y le dijo que usara la señal del “lábaro” en sus tropas (la cual fue utilizada por el Imperio Bizantino hasta su desaparición).

Constantino y la Iglesia Católica

Lo cierto es que Constantino tras esto, va a favorecer al cristianismo (ojo, todavía no es la "Iglesia Católica), ya que el Edicto de Milán de 313, proclamaba la tolerancia del estado a todas las religiones del Imperio, incluido el cristianismo. Como religión tolerada, el cristianismo adquirió más poder, y el estilo de las persecuciones cambió, dirigiendo estas nuevas persecuciones sobre las religiones paganas, lo que perjudicará al propio cristianismo, ya que estos buscaban acceder a las clases más altas y se va diluyendo, lo que conllevará una reacción en la Iglesia, buscando volver a los orígenes.

Generalmente se confunden Edicto de Milán (313) con el Edicto de Tesalónica de 380, donde el emperador Teodosio declara al cristianismo como religión oficial del Imperio Romano. También se nombra a Constantino como el “primer emperador cristiano”, aunque se cree que se bautizó en su lecho de muerte, y a su madre (Santa) Elena (aunque Eusebio de Cesarea no la menciona) como la descubridora de la Cruz de Cristo.

Además, un documento vital durante la Edad Media, fue la conocida como “Donación de Constantino”, un documento que refería a una serie de concesiones que Constantino hizo al papa Silvestre, que otorgaban al papado la ciudad de Roma, Italia y la parte occidental del Imperio. En 1440, Lorenzo Valla descubrió que el documento era falso.

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