26 noviembre, 2015

El sentido de la Justicia



Muchas veces nos puede pasar, que mientras escuchamos una noticia, o el testimonio de un conocido, encontramos que suceden actos y circunstancias delictivas y pasado el tiempo pasan varias cosas: la vía legal resuelve el caso y todos satisfechos; el proceso judicial se alarga en el tiempo hasta puntos fuera de toda comprensión, sin que parezca que vaya a haber un final; la Justicia decide que "no hay suficientes pruebas" o que ese agravio hacia tu persona no es siquiera penable.


Medios de Comunicación

Desde algunos programas de radio como "Levántate y Cárdenas" se muestran diferentes testimonios sobre delitos: desde fraude fiscal y corrupción política, a puñaladas y agresiones. En el propio programa policías u otras personas en familiaridad con estos casos relatan que algunas de estas cosas, como las puñaladas, donde si no hay muerte, son difíciles de penar, ya que la Ley así lo provee. Estos comentarios, sin tener culpa el "mensajero" causan en Cárdenas - y en mi - cierta incredulidad, enfado y cinismo con respecto a la Justicia en España.

El caso de violencia contra la mujer en el ámbito doméstico, ha sido desde los años 90 la "asignatura pendiente" para la Justicia e interés político, se han ido articulando hasta el día de hoy aparatos públicos para ayudar a las mujeres en estos problemas y, aún así, sigue habiendo vacíos legales e institucionales a la hora de la protección de la mujer.
Yo estoy convencido, de que hace falta más medios para la protección de la mujer, pero se está produciendo otro hecho que inquieta a algunas personas, y es el hecho de que, mientras se refuerza el Código Penal contra el maltrato a la mujer, se ha ido marginando el posible caso de maltrato al hombre: ya sea físico o psicológico.
Soy consciente que algunas de mis palabras pueden resultar polémicas, pero son parte de los sentimientos que tengo al respecto, evidentemente me gustaría que quien no estuviera de acuerdo en los comentarios pusiera su opinión, inclusive si se opone radicalmente a mis ideas. Pero con educación.

El paso del poblamiento tribal a la Ciudad-Estado 

Cambiemos un momento el ángulo de visión. Algunos historiadores y antropólogos han estudiado la evolución de la Justicia y su aplicación desde la tribu o familias a las primeras formaciones estatales. Estos señalan que, en caso de agravio o violencia de un miembro de la tribu hacia un miembro de otra tribu, era la familia o grupo quien tomaba la Justicia/venganza contra la tribu que inició el conflicto. Para ilustrar el funcionamiento, aunque anacrónico, están los Montescos y los Capuletos de Romeo y Julieta. En un estado tribal, ambas familias se habrían enfrentado hasta que uno de los dos miembros hubiera desaparecido o bien la familia de uno de los bandos ejerciera la venganza contra el miembro de su grupo que hubiera provocado esa situación.
Por tanto, tenemos que la "Justicia/ Venganza" se resuelve dentro del ámbito familiar/tribal.
Pero en el momento en el que se instituye la Ciudad/ Estado, ya no se puede permitir que las familias o tribu controlen los instrumentos de "Justicia/venganza", pues podría desencadenar la crisis de la ciudad, en unos momentos históricos en los que era muy complicado mantener el Estado firme frente a las poblaciones nómadas.
Por ello, el Estado debe monopolizar la Justicia y ser el garante de la venganza del estado, de esta manera tenemos el Código de Hammurabi. El Estado, por tanto, reduce la responsabilidad del delito al individuo, no al grupo, y dependiendo del delito es el estado quien ejerce un tipo de pena/ venganza de la ciudad, contra este individuo. Esto sería la Justicia en sus inicios.

Conclusión

Si partimos del punto anterior, que el Estado es el garante de la venganza de los ciudadanos, y nos encontramos con las situaciones planteadas en el principio, en que un asesinato queda sin castigo después de muchos años de juicio - por ejemplo Marta del Castillo - u otros muchos casos de violencia, doméstica o no. A uno le da la impresión de que "algo" falla. Y es debido a que necesitamos esa "venganza", pero resulta que el Estado se ha vuelto tan complejo que ya no atiende a algunos de estos casos:
Mujeres que mueren sin que se les proteja de sus maridos, hombres que son extorsionados por sus parejas, dependientes de tiendas a quienes atracan y los atracadores no reciben ni una multa si les pilla la policía, que un novio celoso te raje la cara por hablar con su novia y ni siquiera vaya a la cárcel.
Escuché una frase en la radio que voy a usar para concluir este Debate: "No justifico que se agreda o se mate a una persona, pero sí puedo comprender que, llevados a unos extremos, una persona que se siente sin apoyo: ni social ni institucional, pueda acabar tomándose la Justicia - y yo diría la venganza - por su mano".

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