19 noviembre, 2015

Los tópicos en las fuentes literarias antiguas



Actualmente estamos viviendo un momento de resurgimiento de los aspectos “tópicos” de la sociedad. Los tópicos siempre tienen algo de verdad, pero también parte de mentira, y en ese sentido tenemos que ser capaces de identificar los tópicos en un relato antiguo, ya que pueden servirnos para revelar información y no podemos despreciar el hecho. Los tópicos hunden sus raíces en los orígenes de la civilización y desvelar la verdad de lo añadido al tópico es un problema. Las generalizaciones son una herramienta de la que nos valemos para transmitir nuestras ideas y conocimientos.




Algunos tópicos frecuentes en la antigüedad

Barbarie y civilización

El término “bárbaro” es un término muy polivalente: primero, según Estrabón, se aplicó a los “carios” (sudoeste de Asia Menor) por que no sabían hablar griego; luego a los que no eran griegos, y posteriormente, “bárbaro” era aquel que no participaba de la cultura helenística. Otras veces aparece el término “bárbaro” como un insulto o desprecio.

La tesina de Patrick Thollard es “Barbarie y civilización en Estrabón” (en francés), un libro muy útil ya que tiene una lista de elementos de barbarie y civilización opuestos. Está aplicado a los libros III (Iberia) y IV (Galia) de Estrabón, y estos rasgos se aplican a la población de estas zonas aunque no sean verdad. Otro libro, el de Yves Dauge, “El bárbaro”, analiza todos los rasgos del concepto de bárbaro.

El “espejismo espartiata” consiste en aplicar a pueblos con costumbres arcaizantes o primitivas la imagen de los espartanos: sobriedad, carácter aguerrido, falta de interés por las riquezas, también duermen bajo las estrellas… Esto se aplicó a pueblos antiguos como los sármatas, escitas, etíopes…

Las armas y las letras

Que tiene más importancia, ¿el soldado o el filósofo? ¿razón o acción?. Esta contraposición se puede remontar a Tucídides, en el célebre discurso a los caídos en la guerra del Peloponeso, donde dice que aunque los atenienses cultivan su espíritu, no dejan de ser menos eficaces contra los espartanos en el campo de batalla. Esto llevo a otro tópico en la antigüedad que era el del “rey filósofo”, aspecto que se aplicó a múltiples autoridades y que realmente solo fue Marco Aurelio.

La corrupción oriental

El lujo oriental aparece como elemento que necesariamente caracteriza a los pueblos orientales, que representa una gran ostentación de riquezas, pero también una corrupción moral, que todos los pueblos orientales están sometidos a costumbres perversas y censurables. Esto se desarrolló sobre todo tras las Guerras Médicas, lanzada por Atenas frente al Imperio persa. Por ejemplo el mito de las amazonas, que se entendía como “el mundo del revés” (mujeres autosuficientes que luchan como guerreras), recibe un auge en esta época, aunque proviene del s.VI a.C. mínimo.

Esta corrupción oriental impregna a numerosos personajes del mundo helenístico y romano, y puede ser utilizado como acusaciones contrarias y de desprecio, poniendo como ejemplo la campaña propagandística de Octaviano (futuro Augusto) contra Marco Antonio.

Triunfo sobre los elementos de la naturaleza

Aparece en muchas partes, y muchas ocasiones aparecen ligados al espíritu romano. Por ejemplo el puente de barcas que crea Jerjes para cruzar el Helesponto, y que posteriormente intentó recrear el emperador Calígula, simbolizando el caminar sobre las aguas, aspecto que también se dará durante el asedio de Tiro con Alejandro Magno.

La conquista civilizadora

El hecho de que el sometimiento de un pueblo por la fuerza de las armas es un acto de beneficio y a favor de ese pueblo. Esto ya aparece en los relatos de Heródoto, pero sobre todo cobrará importancia a raíz de la campaña de Alejandro en Oriente. Esto se convirtió en una justificación del imperialismo, y sobre todo del imperialismo romano.

El retrato de personajes heroicos

El héroe desde la antigüedad tiene una serie de rasgos y aspectos que permanecen continuos, como por ejemplo tener un compañero, sirviéndonos como ejemplo uno de los primeros relatos literarios, Gilgamesh y su compañero Enkidu. Los héroes son fuertes, valientes, generosos, astutos… y es muy frecuente ver conforme avanza la antigüedad, que un personaje excepcional nace bajo elementos extraordinarios.

Dos libros recomendados: Vladimir Propp, “Anatomía del cuento popular”, donde estudia las analogías de los cuentos populares. Joseph Campbell, “El héroe de las mil caras”, lo que hace es analizar la figura del héroe en general.

Escenas-tipo: batallas, huidas, embajadas, arengas…

Si se estudia historiografía antigua, se puede comprobar que muchas cosas que se repiten, en algunos casos ciertas, y en otros erróneamente. Es fácil ver las descripciones de los ejércitos, las batallas nocturnas (Tito Livio), las estratagemas. Otro tópico es el rey arrojando su corona y huyendo a caballo de la batalla.

Las embajadas dan pie a “discursos pareados”, que son discursos donde hay dos interlocutores, donde se plantea una propuesta y la respuesta correspondiente, acto que a los antiguos les gustaba por el elemento retórico, como el “Dialogo de los Melios” en Tucídides, o el “Discurso de los Etolios” a los romanos; el embajador es inviolable, y el autor utiliza estos relatos para censurar uno de los bandos en conflicto.

Sobre las arengas, o discurso de un comandante o general a las tropas, hay mucha bibliografía reciente, ya que desde los 90 se publicaron artículos discutiendo si las arengas son reales y son falsas. Las hay de muchos tipos, como la solemne, la personal (algunos soldados elegidos)… esto hacia ver el carácter del general y las razones del contendiente y a veces representan el punto culminante de un relato o narración.

Conclusiones

Como habéis podido comprobar, hay algunos tópicos que nos pueden resultar bastante cercanos (y más en estos momentos de actualidad), que parten desde épocas inmemoriales y que siguen siendo usados, como las arengas y personajes heroicos en las películas, o los términos que recientemente se están recuperando con todo el asunto del terrorismo como “barbarie” y “civilización”.

Con estos tópicos hay que tener cuidado y manejarlos con precaución, siendo capaces de ver lo “tópico” y la “realidad”, pero pensando que los tópicos siempre tienen algo de realidad.

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